Etapas en el Desarrollo del Deportista Juvenil

Tome usted el juego de bloques para construcción de su hijo y haga una pequeña pared. Naturalmente empezará por los bloques de abajo. Son la base indispensable para edificar. Haga una base sólida y construirá una pared firme, alta y estable. Haga una base frágil, trate de llegar arriba demasiado rápido, y su pared será débil, inestable.
Construyendo un deportista
En el deporte las destrezas más complejas se apoyan sobre habilidades básicas. Si bien encontraremos chicos especialmente dotados que alcanzan logros más rápido que otros, es necesario que cumplan con un ordenado proceso de desarrollo para que pueda alcanzar y sostenerse con éxito en niveles de alto rendimiento.
La construcción de un deportista empieza en la infancia, cuando niño debe tener libertad para aprender a conocer su cuerpo y lo que es capaz de hacer. Por eso los bloques que se deben colocar hasta los cinco o seis años son:
Correr
Saltar
Bailar
Rodar
Caer
Patear
Lanzar
Atrapar
Muchos expertos tienden a llamar a ésta la Fase de Pre-Deporte. Es importante que el niño practique uno o varios deportes con el único objetivo de pasarla bien.
Esta primera etapa coincide con un momento esencial en el desarrollo físico y psicológico del ser humano, y los padres deben aportar con otros tres importantes bloques:
Vínculos y Valores
Alimentación
Estimulación Cognitiva
Cuando los niños alcanzan la edad escolar conviene que tengan la oportunidad de practicar varios deportes. El proceso se vuelve más formal, las escuelas deportivas tienen un programa más estructurado y ofrecen algo más que la pura diversión. Por eso llaman a este momento Fase de Iniciación. En ella los instructores y los padres deben colocar los bloques:
Desarrollo de Destrezas Generales
Desarrollo de Destrezas Específicas
Oportunidades y Sensaciones de Éxito
Los profesores deben estimular la creatividad, a la vez que realizan repeticiones técnicas y físicas divertidas, con pocos límites y desgaste de energía controlado. Es muy valioso que tanto los padres como los profesores elogien los esfuerzos de los niños y que promuevan un ambiente que facilite sensaciones de éxito. Para la mayoría de deportes conviene que los padres asistan con frecuencia a las prácticas con el objetivo de aportar con el otro gran bloque esencial de esta etapa:
Padres que aprenden a disfrutar del desempeño deportivo de su hijo
Entre los nueve y diez años el entrenamiento se orienta a desarrollar habilidades específicas del deporte, contribuyendo con los siguientes bloques de la llamada Fase de Instrucción:
Habilidades Técnicas Específicas
Habilidades Tácticas Específicas
Usualmente han alcanzado suficiente madurez para comprender las reglas más explícitas del juego, y están preparados para entrar en el camino de una competencia con orientación formativa, que pone otro importante bloque de esta fase:
Competencia Formativa:
Aprender a Ganar y Perder
La Fase de Desarrollo se inicia entre los 11 y 12 años. Es más específica y los entrenamientos se vuelven más estructurados. Los profesores deben trabajar en las áreas técnico-táctica, física y psicológica, colocando los siguientes bloques:
Afinar Gestos Técnicos y Perfilar Estilo Táctico
Desarrollo de Velocidad, Flexibilidad y Fuerza con Propio peso
Competencia con Énfasis en Esfuerzo, Progreso y Compromiso
Es el momento en que los niños deben conocer y controlar todos los gestos técnicos, para que basados en sus mejores habilidades, puedan empezar a desarrollar un estilo de juego. Ese estilo debe verse en entrenamiento y competencia, donde padres y entrenadores deben valorar el compromiso, el esfuerzo y el progreso por encima de los fríos resultados.
Entre los 13 y 15 años el deportista entra en lo que se conoce como Fase de Rendimiento. Es un duro momento de transición que no todos superan. Aquéllos que lo logran tienen una clara sincronía entre sus objetivos deportivos y los valores de su vida personal. Además se han sabido rodear de un equipo estable que facilita su progreso y contribuye con los siguientes bloques:
Tener un Plan de Desarrollo Deportivo
Formar un Equipo de Trabajo
Desarrollo de Potencia y Resistencia
Establecer una estrategia adaptable, basada en propio estilo
Aunque el perfeccionamiento técnico siempre es posible, se espera llegar a esta fase lo suficientemente avanzado como para que se aprovechen las ventajas del desarrollo físico de esta edad, y la estrategia comience a jugar un rol importante.
Al llegar a la Fase de Alto Rendimiento (entre los 16 y 18 años o más), el deportista y su equipo deben apoyarse en los resultados para tomar decisiones correctamente. Es el momento en que se debe lograr una adecuada transición al profesionalismo, o tomar alternativas como buscar becas universitarias, convertirse en entrenador o pasar a practicar el deporte de manera recreativa.
El éxito de esta etapa se encuentra en lograr que los siguientes bloques se sostengan firmemente:
Establecer estrategia de base, con alternativas de acuerdo a rivales
Desarrollo y mantenimiento de potencia, resistencia, velocidad y precisión
Capacidad de tomar decisiones propias y asumir responsabilidades
Ello se puede lograr si las bases fueron antes bien plantadas.
Quedan tres últimos bloques que coronan la construcción y que hacen la diferencia entre un gran deportista y un verdadero triunfador:
Capacidad de Recuperación
Capacidad de Definición
Hambre de Éxito