La Relación entre Padres y Entrenadores

Muchos padres me consultan sobre cómo escoger al entrenador ideal para sus hijos, o cómo manejar la relación con el que ya tienen. Comprenden que a partir de cierto momento en el desarrollo deportivo no sólo se busca un técnico, sino un formador, un mentor. En ese sentido los padres y los propios atletas esperan encontrar a una persona con altos valores morales, que reaccione y enseñe a reaccionar adecuadamente ante las distintas situaciones que presenta la vida de un deportista.
Al observar a entrenadores destacados en distintos países, he notado características que se repiten:
· Están técnicamente muy bien instruidos;
· Son excelentes comunicadores;
· Saben ser modelos de vida, y
· Enseñan a vivir de manera exitosa.
Esta observación concuerda con los resultados que se obtuvieron en una encuesta a atletas de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984. Las cinco características que más valoraban según ese estudio son:
· Que conozca profundamente el deporte que enseña, y que preferiblemente lo haya practicado.
· Que tenga interés por las personas con las que trabaja y se preocupe por relacionarse con ellas.
· Que juzgue de manera imparcial el rendimiento y esfuerzo de sus pupilos.
· Que sea un modelo a seguir, y en consecuencia sea el primero en cumplir las normas establecidas para los deportistas.
· Que tenga madurez y ofrezca seguridad a los deportistas.
Es notable que sólo la primera característica hace referencia a temas técnicos, y que las otras cuatro aluden a relaciones interpersonales. Se concluye que los conocimientos técnicos son indispensables, pero no son lo único que los atletas de élite esperan encontrar en un buen entrenador. La opinión de los padres de deportistas juveniles es usualmente la misma.
Las Funciones del Entrenador
Aunque el entrenador perfecto no existe, sí es posible lograr relaciones funcionales y a largo plazo con buenos entrenadores. Además de características como las descritas arriba, para que la relación se desarrolle favorablemente, tanto los padres como los técnicos deben tener funciones definidas y desempeñarlas de forma adecuada. Se espera que el entrenador:
Sea el primer responsable de
La Preparación Técnico-Táctica,
La Preparación Física, y
La Preparación Psicológica;
Conforme y lidere un equipo de trabajo con especialistas de su confianza;
Transmita una filosofía del deporte, y
Sea guía en la cancha y en la vida según esa filosofía.
Las Funciones de los Padres
El padre y la madre de un deportista juvenil de competencia deben ser reconocidos como miembros esenciales del equipo de trabajo y desarrollo del atleta. Sin embargo sus funciones trascienden el campo deportivo, y por eso deben cumplir roles junto a las canchas y lejos de ellas, contando con el entrenador como un orientador en su desempeño.
Las principales funciones de los padres incluyen pero no se limitan a las siguientes:
Financiar u obtener financiamiento para el desarrollo deportivo;
Escoger un entrenador, conocer su programa de trabajo y objetivos de desarrollo;
Conocer y aprobar las condiciones de entrenamiento y competencia;
Ser un apoyo para el entrenador, y
Cuidar el desarrollo integral del deportista.
En referencia al último punto, vale destacar que los padres deben atender entre otras áreas la salud, la alimentación y el adecuado desarrollo social e intelectual del deportista.
Conclusiones
Si bien es conveniente que cada cual entienda y desempeñe sus funciones adecuadamente, uno de los factores más importantes en la relación padre-entrenador es una comunicación respetuosa y constante. Se trata de un intercambio de doble vía, en el cual padres y entrenadores deben aportar al desarrollo del otro en beneficio del deportista.
Lo saludable es que permanentemente se favorezcan comportamientos adecuados, mas se debe comprender que no es lo que siempre ocurre. Ante los conflictos que surgen, la comunicación se vuelve imprescindible, y el enfoque en las funciones descritas arriba puede ser útil para encontrar respuestas.
Por una parte, los padres deben recordar que el especialista en el deporte es el entrenador. En consecuencia si no comprenden o están en desacuerdo con sus decisiones técnicas deben pedir que se les instruya y explique. Conviene hacerlo en privado, pues no queremos que el hijo detecte conflictos y deje de respetar el criterio o la autoridad del profesor.
Por la otra parte, el técnico debe reconocer que los primeros responsables del desarrollo humano del atleta juvenil son los padres. Las decisiones sobre horarios, estudios, relaciones sociales y otras áreas de la vida que entran en conflicto con el tiempo y preparación deportiva, deben ser tomadas por los padres. Los entrenadores tienen que limitarse a opinar y respetuosamente informar de la manera en que las decisiones influyen en la preparación deportiva y en los objetivos propuestos.